Círculo de lectura «El hacha de Wandsbek»

Por iniciativa de la editorial Herder México, concretamente de la editora Lizbeth Zavala, organizamos durante todo febrero y la mitad de marzo un círculo de lectura en torno a la novela El hacha de Wandsbek, de Arnold Zweig, en mi traducción al español. La idea fue discutir acerca de este libro con el público asistente durante siete sesiones en total, un capítulo por sesión.

Fue una experiencia increíble. A la primera sesión acudieron alrededor de 30 personas. Ni Lizbeth ni yo hubiéramos esperado nunca semejante cantidad de público. En las sesiones sucesivas, bajó un poco la afluencia, pero siempre fuimos bastantes más de los cinco que yo había esperado (temido): a lo largo del ciclo se formó un núcleo duro de asistentes, unas 15 interesantísimas, cultas y leídas personas, con quienes fue un placer hablar de traducción literaria, analizar a profundidad la novela, y complementar entre todos la información con datos históricos, libros, películas, etcétera. Invariablemente acabamos en una intensa y apasionada discusión.

Cada sesión se llevó a cabo en una sede diferente, todas ellas relacionadas directamente con los libros: una biblioteca (la del Goethe-Institut, para inaugurar y cerrar el ciclo), una librería-centro cultural (Casa Tomada), dos librerías con cafetería (Librería Bodet y Librería del Ermitaño), una librería de viejo (Burroculto) y una editorial-librería (Herder, la casa donde nació El hacha de Wandsbek). En todos los casos, los responsables de las sedes participaron activamente, fungiendo como moderadores. La última sesión fue moderada por Antonio Saborit, director del Museo Nacional de Antropología.

Asistir a tantas diferentes sedes fue sumamente interesante para todos, pues no todos conocíamos todas las librerías, a pesar de que, sin duda, somos amantes de los libros. Hubo un pequeño beneficio adicional para las librerías, puesto que siempre alguno o varios de los asistentes compraron uno o varios libros después de concluir las charlas. Todas las sesiones se transmitieron en vivo en el muro de Facebook de la Editorial Herder, lo cual permitió que gente que no pudo asistir personalmente o que vive fuera de la Ciudad de México pudiera seguir el ciclo de conferencias. (Anímense a visitar el Facebook de Herder y a ver los videos, no los pude copiar aquí.)

Agradezco de corazón, en primerísimo lugar, a Lizbeth Zavala, no sólo por la idea sino por el entusiasmo y la buena organización con la que la puso en práctica. Y, por supuesto, a los anfitriones de cada sede: Nesa Fröhlich y Lucía Romero, del Goethe-Institut; Josemaría Camacho y Dora Navarrete, de Casa Tomada; Bernardo Plasencia, de Librería Bodet; Alejandro Zenker y Noemí Ravelo, de Librería del Ermitaño y Max Ramos, de la increíble librería secreta Burroculto.

Ojalá que cuando termine esta pandemia podamos ver la película que se filmó sobre el libro. La cuarentena ya no nos permitió hacerlo. Ya les estaré avisando. Y ojalá, también, que podamos replicar este círculo de lectura y, además, ampliarlo con la idea que se nos ocurrió: «Los libros de El hacha de Wandsbek«.